Corriendo por los 78 Concejos de Asturias: Etapa 31 Colunga - Caravia (Prado)

Etapa 31: Colunga-Caravia-Ribadesella

Fecha 25.09.2014

Hacemos la etapa hoy Jueves, coordinando el buen tiempo y la disponibilidad de los compañeros.

Juan Márquez sigue con la recuperación de su pequeña lesión ya que es metódico y disciplinado por lo que empezará a correr poco a poco. De momento no está disponible para estas distancias por lo que iremos Paco Martín -en Bici de Montaña- Jesús Fernández y yo.

Aunque tengo estudiada una ruta alternativa de Colunga a La Isla por la costa, al final decido hacer, básicamente, la indicada por el Camino de Santiago

CRONICA:

Desayuno habitual a primera hora de la mañana y rápida pasada por Oviedo para recoger a Paco Martín y volver a la A-8 en dirección a Santander situándonos en Colunga a una hora bastante temprana. De hecho, el mercado semanal de Colunga –se celebra los Jueves- todavía se está montando.

A estas horas la temperatura es un poco baja aunque confiamos en que cuando empecemos a correr ya entraremos en calor.

Sello en el Ayuntamiento y puesta en marcha, a las 09:50, en dirección a Ribadesella saliendo por la carretera general N-632 para dejarla en los primeros 300 metros y coger un camino paralelo que atravesará la carretera de salida de la Autovía A-8 y seguirá en dirección Este

Zona muy bonita, entre la carretera nacional y la autovía, por caminos rodeados de vegetación, pequeños puentes de piedra, etc.

Tras atravesar la población de Bueño, nos acercamos de nuevo a la N-632 observando con sorpresa como el camino pasa por la misma terraza y bajo el alero de unas pequeñas casas (especie de cabañas de fin de semana) hasta salir a la carretera general.

Hacemos 500 m por la acera –frente a la playa de La Isla- hasta llegar a la pequeña población de El Barrigón (aquí uno de los primeros peregrinos del Camino de Santiago que nos encontramos hoy está buscando un sitio para tomar un café. Nos pregunta y le contestamos que me temo que tendrá que llegar a Colunga, a unos 4 km.). Dejamos la carretera y nos acercamos a la costa por pequeños caminos.

Llegamos a la Playa de La Espasa y aquí tomo la decisión de bajar a la arena y atravesar el pequeño riachuelo para seguir por la playa hasta el otro lado evitando salir a la carretera durante unos metros. Desgraciadamente, Paco Martín con su bicicleta no puede hacer esta variante y, finalmente, tiene que volver a salir a la carretera con bastantes dificultades.

Sigo bordeando la playa y tomo la subida por los prados que se encuentran mas allá mirando hacia atrás a la espera de que aparezca Paco Martín. Finalmente lo veo, le hago una seña en la lejanía para que vea por donde voy y seguimos subiendo.

Por aquí me encuentro a varios peregrinos que me hacen una pregunta similar a la del anterior sobre la posibilidad de tomar un café.

Antes de llegar a la zona del camping y playa del Arenal de Morís, dejamos el camino para ir hasta el centro de Prado, capital de Caravía, y pasar por el Ayuntamiento de este nuevo Concejo.

Llegamos a Prado, preguntamos por el Ayuntamiento a unos chavales que se encuentran jugando con su profesor y nos dirigimos hacia él. Allí encontramos a Jesús Fdez. (nos había adelantado en La Isla), sellamos en la Casa Consitorial y retomamos ruta por carretera hasta coincidir con la salida del Camino de Santiago que ya conozco de rutas de senderismo hace varios años.

Seguimos un poco más por carretera hasta llegar a las proximidades de Berves (también conocido por nuestros frecuentes partidos de golf) donde subimos por una pista de piedra que recorta la curva que la carretera hace para entrar en el pueblo y seguimos subiendo por entre las casas para, finalmente, bordear las principales edificaciones de la población (algunas de piedra muy guapas, por cierto).

A la salida del pueblo llegamos a la carretera, justo frente a la antigua carretera de ascenso al campo de golf, y “rebotamos” en la misma volviendo a la izquierda en descenso hacia la Playa de Vega.

Nuevos peregrinos (perfil más frecuente: mujer de edad madura, caminando sola) y seguimos bajando hasta el Monumento Natural de Playa de Vega y Desfiladero de Entrepeñes (según Decreto 142/2001) teniendo una magnífica vista del aparcamiento y la playa, con unos usuarios que en esta mañana de un día de semana son, básicamente, surfistas.

A estas horas la mañana es espléndida, el calor no aprieta en exceso y el entorno es envidiable. Pasamos el puente de madera sobre el río Acebo (que sustituye al destruido puente de piedra) donde observamos con curiosidad una tortuga de buen tamaño nadando en el mismo. En cuanto me ve, se mete en las profundidades pero las burbujas le delatan y, además, en pocos minutos tiene que salir a la superficie entre los arbustos de la orilla.

Unos metros mas allá está el conocido y caro Restaurante Güeyu Mar, echamos un vistazo a la carta para constatar sus altos precios (unos 30 € de media en varios pescados) y comentar con el chef su cocina basada en pescados y mariscos, todos a la parrilla, así como la posibilidad de que baje el precio en rula.

Continuamos camino tomando un desvío a la izquierda en mitad del pueblo de Vega. Fuerte subida y casas de piedra preciosas.

Seguimos por carreterinas; en realidad pequeñas pistas hormigonadas o asfaltadas, y circulamos a través de un hermoso valle cuyas tierras con prados, fuente, bosque, …. forman parte de una única fínca que supongo fue el resultado de la compra de algún indiano que retornó con dinero.

Estamos a la altura de San Esteban de Leces y aquí se encuentra descansando el ganado de la finca anterior junto al caserón/palacete de su propietario.

Seguimos bajando por este valle que nunca antes había recorrido (en el pasado normalmente ibamos por la paralela N-632) atravesando la aldea de San Pedro hasta llegar a la rotonda del extremo de la urbanización de la Playa Santa Marina que ya conozco pues es el punto más lejano de la carrera “Los 10 Km de Ribadesella”.

Ultimos kilómetros para disfrutar por el paseo de la playa y entramos en la población a través del conocido puente de llegada de las piraguas en el Descenso del Sella.

En la Plaza del Ayuntamiento no está Jesús porque no contaba con nosotros tan rápido, por lo que entramos en la Casa Consistorial a sellar la llegada y, posteriormente, lo llamamos por teléfono.

Foto, baño en la playa y posterior ducha reparadora, cervezas de nuevo en la villa y a comer al Mesón Casa Ana siguiendo la recomendación de Alfonso Valdés (Gonso)

RESUMEN:

Etapa de una longitud media (22,67 km. en un tiempo bruto de 02:27 horas; 02:17 de tiempo en movimiento) que saliendo de la Capital del Jurásico recorre la costa en dirección a la bonita villa de Ribadesella.

Tiempo espléndido, con sol pero sin excesivo calor a primera hora y donde pudimos disfrutar del paisaje con grandes –y no tan grandes- casas de piedra y robustos muros muy bien cuidados.

Como en las últimas etapas nos sorprendió la gran cantidad de peregrinos que se encuentran realizando el Camino de Santiago.

Físicamente, quedé sorprendido por lo bien que acabé la etapa. La verdad es que no existen grandes desniveles y, además, en esta ocasión prácticamente no nos perdimos en ningún momento (cosa extraña)

Veremos que pasa en la próxima etapa (Ribadesella-Llanes) que me temo saldrán bastantes kilómetros.