Etapa 48: Aller (Cabañaquinta) – Lena (Pola de Lena)
Fecha 30.03.2015
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Lunes, el pronostico del tiempo es bueno y, dado que estamos haciendo etapas por la zona central de Asturias, el desplazamiento al punto de salida no es demasiado largo aunque lo hagamos por una ruta poco habitual.
Mi
compañero en bici de montaña, Paco Martin, hoy se encuentra disfrutando de la
nieve en Baqueira, por lo que me acompañará corriendo otro amigo de La
Fresneda, Eliseo Cernuda, veterano corredor de rutas de montaña y grandes recorridos
por lo que no será ninguna especial dificultad para él.
Junto
con los habituales en el equipo de apoyo, Jesús Fdez. y Juan Marquez, partimos
tras el desayuno de La Fresneda pasando por casa a recoger a mi hija Carmen ya
que la acercaremos –como hago casi cada día- hasta Sotrondio donde inicia sus
clases a las 09:00.
Partimos
de Viella a las 08;30 dirigiéndonos en coche al Valle del Nalón. La dejamos en Sotrondio y continuamos viaje
pasando por Pola de Laviana para desviarnos hacia Villoria y cambiar de valle
por el alto de La Colladona, carretera por la que hace muchos años que no
pasaba, y descendemos directamente a nuestro punto de partida, Cabañaquinta.
Total
que, tras cambiarnos de ropa, abrigándonos un poco con doble camiseta –una de
manga larga encima-, subo a sellar al Ayuntamiento y temprano, antes de las
09:30, iniciamos la etapa despidiéndonos de nuestros colegas de apoyo que
posiblemente no veremos hasta pasar por Carabanzo a donde piensan subir a tomar
algo.
CRONICA:
Iniciamos
la etapa pasando junto a la estación de Feve, cruzando sus vías y atravesando
un puente colgante sobre el río Aller. A continuación subimos y bajamos un paso
sobre un túnel que nos permite superar la autovía y todo ello en los primeros 500 metros de etapa.
Y
es que los 2 primeros kilómetros los hacemos por la senda interior coincidente
con la 5ª etapa del Anillo Ciclista de la Montaña Central que en la anterior
etapa ya habíamos transitado, para evitar la carretera y correr por caminos,
especialmente guapos a esta primera hora de la mañana.
Pasamos
entre las casas de Soto y atravesando la autovía llegamos a la antigua
carretera (AS-112a en su nueva nomenclatura). Como ya me lo conozco, en esta
ocasión evito la encerrona de la etapa anterior a través de la Autovía.
A
esta primera hora de la mañana, ni siquiera hay ciclistas por esta, normalmente
concurrida, carretera secundaria. Mas tarde los encontraremos.
Con
el esfuerzo de la carrera, en este punto ya sobra la capa exterior y quitamos
la camiseta de manga larga, amarrándola a la cintura.
Vamos
haciendo kilómetros por la carretera en sentido descendente, utilizando
generalmente el asfalto y subiéndonos a la acera cuando nos cruzamos con algún
vehículo al tiempo que vamos observando el río a nuestra izquierda así como los
incidentes orográficos con los que nos encontramos en la etapa anterior
subiendo.
A
la altura de Lagar, llegamos a la fuente con el famoso “mensaje” riñendo a los
ciclistas que se paran a mear en ella. Tomamos un trago y continuamos camino.
Hacia
el kilómetro 11, llegamos a Moreda. Recorremos sus calles pasando por el lugar
donde Eliseo vivió hace 25 años por motivos de trabajo y aquí abandonamos la
ruta del valle para coger la carretera que sube a Bo (o Boo) con objeto de
hacer el resto de la etapa por el monte para que sea un poco menos aburrida.
Vamos
subiendo y observando antiguos restos industriales y nuevas naves construidas
en un pequeño polígono. Según vamos cogiendo altura la vista del valle se hace
magnífica.
Al
entrar en Boo, las cuestas ya son muy empinadas.
Según
mis cálculos, tenía previsto subir a lo mas alto del pueblo y luego girar hacia
la izquierda para buscar algún camino que me permitiera enlazar con las pistas
de la parte superior que vienen de la Ruta romana de La Carisa.
Sin
embargo, al preguntar el camino a Carabanzo a los habitantes del lugar, nos
enviaron justo por el otro lado; por la parte alta de Boo, pero por la derecha
bordeando la montaña.
Seguimos
por los caminos indicados, con alguna preocupación cuando el camino perdía
altura, pues sabíamos que era altitud que tendríamos que superar de nuevo,
cuando vemos frente a nosotros una buena pista que sube en zigzag por la ladera
del monte de enfrente y yo la identifico con otra ruta que había desestimado en
el análisis de los días previos pues me parecía con demasiada pendiente.
Bueno,ya no tiene remedio y seguimos corriendo en dirección a la misma.
Afortunadamente, cogemos esta pista a la mitad y continuamos subiendo hasta
llegar al collado superior.
En
estas subidas, echando la vista a atrás se disfruta de una estupenda imagen del
Valle de Aller con Caborana, Moreda, etc. allá abajo en el valle y las montañas
de la zona de San Isidro, todavía con nieve, en la parte superior al fondo.
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